miércoles, 6 de marzo de 2013

Renovación



Bien. El blog está rediseñado, renovado. Y aprovechando esta circunstancia, que no deja de ser un cambio y un comienzo, les comparto el inicio de la novela, sus primeros dos párrafos.
En la columna derecha hay una breve (muy breve) semblanza personal, así como los datos necesarios para comprar el libro junto a un comentario de Rodolfo Alonso acerca de la novela, que integra la contratapa de la misma. Si les interesa, entonces, hay distintos medios de contacto.
Así transcurren las primeras palabras de Un cielo inhóspito:

"Lo primero era recordarla. Siempre fue lo primero. Y luego la televisión inundando la casa como un gas espeso; desde el umbral podía divisar su luz y sentir su sonido expandirse, estentóreo. De inmediato me descalcé, colgué el abrigo y fui hasta la cocina, donde hice algunos ruidos: dejé correr el agua, puse la pava en el fuego; choqué algunos cubiertos suavemente, como para acostumbrar al espectador a mi presencia. Fumé un cigarrillo. Luego di unos pasos lentamente, con la precaución de no quebrar el silencio de la madrugada. Avancé hasta el comedor y luego a lo largo de éste, hacia la zona del baño y las habitaciones. Sigilosamente me ubiqué a apenas unos centímetros de la entrada al cuarto. La luz seguía allí, como una usina. Dejé pasar unos segundos y concluí que era imposible que me divisaran desde dentro, puesto que la cabecera de la cama se encontraba contra la pared más lejana, en un ángulo inaccesible. Sin embargo, yo podía ver a través de la ventana cómo el viento sacudía el limonero y cómo la noche ocultaba el resto, cómo un cuerpo solitario debajo de la gruesa frazada parecía moverse inquieto.
Entonces me alejé inmediatamente, hacia la cocina, y luego hacia mi habitación."

Fragmento de Un cielo inhóspito. 

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