miércoles, 3 de marzo de 2010

Poemas propios




Fin de semana


Hoy discutí acerca de
Hume y el empirismo
con unos amigos
tomé mate
mientras nos preparábamos.

Jugué al fútbol
otra vez corrí
el colectivo, para llegar
a tiempo, y tomé cerveza
y dormité
la tarde temprana
(acariciándome como una mano
amarilla y tibia).

Trabajé un poco
hice el amor
prometí estrellas
el mar más dulce
el viento más sereno.

Realmente lo creí
y fue hermoso
sólo que ya se va:
es domingo por la noche.


Ser

Miraba por la ventana
la lluvia
rebotando contra el pavimento
pensando, cómo lo ideal
se desdibuja
se transforma
ni siquiera es
un soplo de lo que
creíamos que
sería.

Y ahora
mientras pongo la pava
mientras caliento este agua
temo no ser
lo que creí
lo que soñé
lo que dije que
sería.

Es cierto:
uno es, primero
luego viene la idea
llega el deseo
que va cambiando
todo
mientras somos
deseando
temiendo.

Y al final
no es nada.

 
Una obsesión
 
Ahora se sorprendía
forzándose a lo que antes
no se hubiera permitido,
tratando de olvidar
lo que se juró
jamás olvidaría.

A dónde irían a parar esos perfumes
esos olores
si los matara en su corazón
¿serían acaso recuperables luego
aunque costase sumirse en lo más hondo
del barro reavivarlos?

Imposible.

Cuanto más deseaba el olvido,
más se hendía dentro suyo
el cabello áureo,
la sonrisa inefable por candorosa,
alegre y perfecta.

Recordarlo era un ejercicio cruel
e insensato, pero así son los recuerdos.
Incluso aquellos que desde hace años
nos aguijonean
perduran, tercos
si alguna vez nos le entregamos
de un modo absoluto.

Fernando Vega.

2 comentarios:

  1. Juro que yo había comentado acá! Se borró.

    Te quería decir que me emocionás y que seamos siempre juntos.

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  2. Me gusto una obsesion y ser

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