lunes, 26 de julio de 2010

El viejo Buk


Vivir de cubos de basura

El viento sopla fuerte esta noche
Y es viento frío
Y pienso en los chicos
De la calle.
Espero que algunos tengan
Una botella de tinto.

Cuando estás en la calle
Es cuando te das cuenta de que
Todo
Tiene dueño
Y de que hay cerrojos en
Todo.
Así es como funciona la democracia:
Coges lo que puedes,
Intentas conservarlo
Y añadir algo
Si es posible.

Así es también como funciona
La dictadura
Sólo que una esclaviza
Y la otra destruye a sus
Desheredados.

Nosotros simplemente nos olvidamos
De los nuestros.

En cualquier caso
Es un viento
Fuerte
Y frío.

lunes, 19 de julio de 2010

Hoy

"Hemos fracasado
sobre los bancos de arena del racionalismo
demos un paso atrás y volvamos a tocar
la roca abrupta del misterio."

Urs Von Balthasar.

viernes, 9 de julio de 2010

El hit de Fabián Casas


Sin llaves y a oscuras


Era uno de esos días en que todo sale bien.
Había limpiado la casa y escrito
dos o tres poemas que me gustaban.
No pedía más.
Entonces salí al pasillo para tirar la basura
y detrás de mí, por una correntada,
la puerta se cerró.
Quedé sin llaves y a oscuras
sintiendo las voces de mis vecinos
a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije;
pero así también podría ser la muerte:
un pasillo oscuro,
una puerta cerrada con la llave adentro
la basura en la mano.

Del libro El Salmón, de Fabián Casas.

jueves, 1 de julio de 2010

La vida errante

"Se separaron al llegar a la siguiente encrucijada. Henri-Maximilien escogió el camino real. Zenón tomó un camino secundario. Bruscamente, el más joven de los dos volvió sobre sus pasos, alcanzó a su compañero y le puso la mano en el hombro:
- Hermano -dijo-, ¿os acordáis de Wiwine, aquella mocita pálida a la que defendíais cuando nosotros, que éramos unos golfos, le pellizcábamos las posaderas al salir del colegio? Dice que os ama. Pretende hallarse unida a vos por una promesa; estos días de atrás rechazó los ofrecimientos de un regidor. Su tía la abofeteó, y la tiene a pan y agua, pero ella resiste. Os esperará, según dice, si es necesario hasta el fin del mundo.
Zenón se detuvo. Algo indefinible pasó por su mirada y se perdió en ella, como la humedad de un vapor en un brasero.
- Tanto peor para ella -dijo-. ¿Qué hay de común entre esa niña abofeteada y yo? Otro me espera en otra parte y a él voy.
Y se puso de nuevo en marcha.
- ¿Quién os espera? -preguntó Henri-Maximilien estupefacto-. ¿El prior de León, el desdentado ése?
Zenón se dio la vuelta:
-Hic Zeno -dijo-. Yo mismo."

Fragmento de Opus Nigrum, de Marguerite Yourcenar.