sábado, 31 de diciembre de 2011

Fundamentos


"Un camino de piedras le sirvió para cruzar al otro lado del arroyo. Allí, el sendero subía estrechándose entre las ramas y las raíces de los árboles, gruesas como venas. Más adelante se sentó en una piedra que sobresalía del camino, imitando un altar junto a la corriente. Desde ese lugar contempló el arroyo, respirando el último aire de esa mañana que siempre le había tirado desde lo hondo de sí mismo, bajo la luz colándose a través de la hojarasca, con los pies embarrados. Sentir esas hojas balancearse para dar paso a la luz, aislarse en ese murmullo remotamente pacífico. De repente pensó que eso era todo lo que necesitaba, que nunca podría dejar esa tierra y ese amanecer que lo absorbían, retribuyéndole el canto secreto de los pájaros, los sonidos que se apagaban al cerrar sus párpados. Apreciando intensamente, negro adentro, para que desde el fondo de esa oscuridad Eugenia fuera una vez más el comienzo, el nacimiento y la muerte de toda idea."

Fragmento de Un cielo inhóspito.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Regalo

Poema navideño para un hombre encarcelado


hola Bill Abbott:
me parece muy valioso que distribuyas mis libros
allá en la cárcel, mis poemas y cuentos.
si puedo aligerar la carga de algunos de los tipos con
mis libros, cojonudo
pero la literatura, sabes, es difícil de asimilar
para el hombre ordinario (y para el extraordinario también);
a mí no me gusta la mayoría de la poesía, por ejemplo,
por eso escribo la mía de la manera que me gustaría leerla.

la poesía pareciera que se está volviendo mejor, más
humana,
la claridad del lenguaje tiene algo que
ver con eso (w. c. williams vino y le pidió
a todos que aclararan el lenguaje)
luego
vine yo.

pero escribir es una cosa, y la vida
otra, pareciera
que hemos mejorado la escritura un poquito
pero la vida (nuestra y ajena)
no pareciera estar mejorando gran
cosa.

quizás si escribiéramos lo suficientemente bien
y viviéramos un poco mejor
la vida mejoraría un poquito
como para que no dé vergüenza.
quizás los artistas no han sido lo suficientemente
poderosos,
¿quizás los políticos, los generales, los jueces, los
curas, la policía, los hombres de negocios han sido demasiado
fuertes? no me
gusta esa idea
pero cuando miro a nuestros pálidos y preciosos artistas,
actuales y pasados, me parece que es
posible que sí.

(a la gente no le gusta cuando hablo así.
Chinaski, cortala, dicen,
no eres tan grandioso.
pero
joder, no estoy hablando acerca de ser
grandioso.)

lo que estoy diciendo es
que el arte no ha mejorado la vida como
debería, ¿quizás porque ha sido algo demasiado
privado? y a pesar del hecho que los viejos poetas
y los nuevos poetas y yo
hemos tenido todos problemas idénticos o parecidos
con:
las mujeres
el gobierno
Dios
el amor
el odio
la indigencia
la esclavitud
el insomnio
la deportación
el clima
las esposas, y así
sucesivamente.

martes, 6 de diciembre de 2011

La vida artística


"En el instituto leí el libro de Robert Henri El espíritu del arte, que abordaba la idea de la vida artística. Para mí, vivir la vida del arte significaba dedicarse a la pintura: con una dedicación plena que convirtiera todo lo demás en secundario.
Creía que era la única manera de profundizar y descubrir cosas. Por tanto, según este modo de pensar, cualquier cosa que distraiga de la senda de descubrimientos no forma parte de la vida artística. La vida artística es libertad. Y parece, creo yo, un poco egoísta. Pero no tiene por qué serlo, simplemente implica que necesitas tiempo.
Bushnell Keeler, el padre de mi amigo Toby, solía decir: 'Si quieres disfrutar de una hora de buena pintura, necesitas disponer de cuatro horas seguidas sin interrupciones.'
En esencia, así es. No se empieza pintando. Primero debes sentarte un rato y esperar a que se te ocurra alguna idea para poder comenzar y realizar los movimientos correctos. Y necesitas tener un montón de materiales preparados. Por ejemplo, tienes que fabricar un bastidor para el lienzo. Preparar la superficie para pintar puede llevar mucho tiempo. Luego te pones manos a la obra. La idea tiene que bastar para ponerte en marcha porque, para mí, le sigue un proceso de acción y reacción. Es siempre un proceso de construcción y destrucción. Y luego, de esa destrucción se descubre algo sobre lo que se construye. La naturaleza juega un papel determinante en ello. Juntar materiales difíciles -como cocer algo al sol o emplear un material que se opone a otro- provoca una reacción orgánica. A continuación, es cuestión de sentarse a estudiarla, estudiarla, y volver a estudiarla hasta que, de repente, te descubres saltando de la silla para pasar a la siguiente cosa. Eso es acción y reacción.
Pero si sabes que dentro de media hora tendrás que estar en alguna otra parte, no hay manera de conseguirlo. Por tanto, la vida artística significa libertad de tener tiempo para que pasen las cosas buenas. No siempre queda tiempo para otros asuntos."

Fragmento de Atrapa el pez dorado, de David Lynch.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

jueves, 10 de noviembre de 2011

El Mundo

"Ya en la calle, Iván comenzó a caminar por la vereda tibia hacia el sur, observando el mundo como un terreno ajeno y hostil. Y en el recibimiento de aquel paisaje belicoso, percibía también la presencia de una otredad punzante, afanosa en su intento de permanecer y disputar ese mundo bajo su ley. Ellos, Los Otros, eran quienes hundidos en sus claustros universitarios, se preparaban para el futuro; los que en sus oficinas y empresas, brindaban por un presente de prepotencia económica; los que cebados en el circo publicitario, vaciaban huecas promesas de bienestar; los que disputándose entre la oferta y la demanda, marginaban sin tregua, cómplices. Y en medio de esa postal Iván se sentía ajeno, prisionero y guardián a la vez de aquellas reglas tan anónimas como indeseadas. Conflictivo, absurdamente conflictivo, se reprochaba mientras giraba mecánicamente hacia el oeste, adivinándose en un destino de regreso. Pobre adolescente tardío (continuaba), renegado de la vida más sencilla, ni por mártir ni por abnegado: por incapaz, por ser siempre un disconforme, un solitario. Era cierto que acababan por molestarle todo y todos, hasta creer que ya no sabría si podría vivir en el mundo de Los Otros: desviviéndose durante cinco, seis días de obligaciones, para recompensarse luego con torpes borracheras de fin de semana, y despertar desmemoriado en lunes de ciega ensoñación. Pero, ¡pero!, pensaba Iván, Eugenia era también El Mundo, ese orbe que lo exigía y lo mancillaba, ofreciéndole sin embargo como recompensa un lazo íntimo, una justificación y una posibilidad de ser, a través de Ella. Puesto que si había algo que Iván quería del afuera era Ella, el resguardo de su amor indemne como premio absoluto a su sacrificio."

Fragmento de Un cielo inhóspito. 


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ciencia



"Supongamos que un ictiólogo quiere estudiar los peces del mar. Con ese fin, arroja su red al agua y extrae una cantidad de peces diferentes; repite la operación muchas veces, inspecciona su pesca, la clasifica; procediendo en la forma usual en la ciencia, generaliza sus resultados en forma de leyes:
1. No hay pez que tenga menos de cinco centímetros de largo.
2. Todos los peces tienen agallas.
Estas dos afirmaciones son correctas en lo que se refiere a su pesca y supondrá que seguirán siéndolo cada vez que repita la operación. El reino de los peces es el mundo físico, el ictiólogo es el hombre de ciencia; la red, el aparato cognoscente.
Dos espectadores observan al pescador sin decir nada, hasta que ha formulado sus leyes. Entonces uno hace el siguiente comentario:
—Usted afirma en su primera ley  que no hay peces que tengan menos de cinco centímetros. Creo que esa conclusión es una mera consecuencia de la red que emplea para pescar; el cuadro de la red no es apto para pescar peces más cortos, pero de ahí usted no puede concluir que no hay peces más cortos.
El ictiólogo ha escuchado esta manifestación con desprecio, porque pertenece a la nueva clase de hombres de ciencia: opina que la ciencia debe ocuparse únicamente de lo que se puede observar. Responde:
—Cualquier cosa que no sea pescable con mi red está ipso facto  fuera del conocimiento ictiológico y no me interesa. En otras palabras: llamo pez a lo que es capaz de pescar mi red, y no cabe duda de que a esa clase de seres le viene muy bien mi primera ley. Los “peces”  a que usted hace referencia son peces metafísicos. No me competen.
(...) Entra en escena el segundo espectador:
—He oído su conversación con el otro espectador y me apresuro a manifestarle mi simpatía. Creo, en efecto, ocioso discutir sobre peces no pescables, sobre todo si se trata de ictiología y no de metafísica. Ahora bien: usted establece sus leyes mediante el tradicional método de examinar la pesca. ¿Puedo sugerirle un método más eficaz?
—No tengo inconveniente, aunque dudo  de que exista —responde el ictiólogo, con desconfianza.
—¿No  le parece que podría haber establecido la primera ley con sólo examinar la red? ¿No ha observado que el cuadro tiene justamente cinco centímetros?
—Así es, en efecto.
—En esas condiciones, usted puede afirmar a priori y de una vez por todas que jamás tendrá peces que tengan menos de cinco centímetros. La segunda ley le puede fallar; en otras aguas quizá pesque peces sin agallas; pero la primera, obtenida mediante el examen de la red, no le fallará nunca: es necesaria y
universal, es la ley por excelencia. La “ley” de las agallas es apenas una generalización empírica y lo expone a desengaños; hablando con franqueza, es una ley bastante desagradable y será bueno ver  si también puede ser reemplazada por otra del primer tipo.
El primer espectador es un metafísico que desprecia la física a causa de sus limitaciones; el segundo es un epistemólogo que cree poder ayudar a la física a causa de sus limitaciones."

Ernesto Sábato, Uno y el universo, ensayo de 1945.

jueves, 20 de octubre de 2011

21 de septiembre

Hubo un tiempo
en que la primavera fue
mariposas en el estómago
deseo en tránsito
ansias de ser
de estar.

Hudo días
en que las tardes eran porvenir
sueños imprevistos, amor no florecido
como un brote en su capullo.

Hubo otro tiempo
en que el tiempo
parecía no serlo…

hubo soles más brillantes
más impensados
más libres.

Y hubo tierra fértil
germen de;
retoños del ser.

Hoy, es otro tiempo
es lo que ha ocurrido
lo que vino después
y es hoy, cuando me pregunto
¿he florecido?
¿he concretado
lo que insinué?

Veo los chicos pasearse
de la mano con las chicas
oigo sus risas desvergonzadas
siento sus cuerpos abrirse
como flores, y me pregunto
¿fui feliz?

Mi respiración se agita
y el cuerpo se contrae
como queriendo resistirse
al paso del tiempo.

Es inútil.

Entonces me pregunto
¿Qué fue lo que pasó?

jueves, 13 de octubre de 2011

La era indígena



"Eran, ciertamente, pueblos adheridos a la naturaleza. Ésta de nuestro suelo es una naturaleza generosa. La Argentina es un país de muy variado paisaje. Una vasta llanura -la pampa- constituye su núcleo interior; pero en la planicie continua se diferencian claramente las zonas fértiles regadas por los ríos y las zonas que no reciben sino ligeras lluvias y están pobladas por escasos arbustos. Unas tierras son feraces -praderas, bosques, selvas- y otras estériles, a veces desérticas. Pero la llanura es continua como un mar hasta que se confunde con la meseta patagónica del Sur, o hasta que se estrella contras las sierras o las altas montañas de los Andes hacia el Oeste. En cada una de esas regiones se fijaron viejos y misteriosos pueblos que desenvolvieron oscuramente su vida en ellas.
Eran pueblos de costumbres semejantes en algunos rasgos, pero muy diferentes en otros, porque estaban encadenados a la naturaleza, de cuyos recursos dependían, y según los cuales variaban sus hábitos. Cuando comenzó la conquista española, las poblaciones autóctonas fueron sometidas y atadas a las formas de vida que introdujeron los conquistadores. Durante algún tiempo, algunos grupos conservaron su libertad replegándose hacia regiones no frecuentadas por los españoles. La pampa y la Patagonia fueron su último refugio. En un último despertar, constituyeron un imperio de las llanuras cuando la desunión de las provincias argentinas les permitió enfrentarlas con ventaja. Pero, finalmente, cuando la lanza se mostró inferior al fusil, cayeron sometidos y fueron incorporados a las nuevas formas de vida que les fueron impuestas.
Acaso ellos no creían que las formas de vida de los europeos fueran superiores a las suyas, heredadas y mantenidas durante largos siglos. Y acaso la melancolía que conserva su música y su mirada oculta el dolor secular de la felicidad perdida."

Fragmento de Breve historia de la Argentina, de José Luis Romero. 

miércoles, 5 de octubre de 2011

Dualidad


"Las monjas nos enseñaron que hay dos caminos que puedes seguir en la vida: el de la Naturaleza y el de lo Divino. Debes elegir cuál vas a seguir. Lo Divino no busca agradarse a sí mismo, acepta ser desairado, olvidado, no agrada, acepta los insultos y las heridas. La Naturaleza sólo busca agradarse a sí misma y conseguir que otros la agraden, le gusta dárselas de gran señora, salirse con la suya; encuentra razones para ser infeliz cuando todo el mundo que le rodea resplandece y el amor sonríe a través de todas las cosas. Nos enseñaron que nadie que amara el camino de lo Divino acabaría mal. Yo te seré fiel, no importa lo que me suceda."

Fragmento de la película Él  árbol de la vida, de Terrence Malick. 

lunes, 26 de septiembre de 2011

Recuerdos



"Es raro cómo se puede perder la inocencia de golpe, sin saber siquiera que se ha entrado en otra vida. Esa noche, en la cocina, la negra y el negro cantaron hasta tarde, yo estaba en mi pieza y había llorado tanto que tenía una sed horrible, no quería salir. Mi papá tomaba mate en la puerta. Hacía un calor que usted no puede entender, todos ustedes son de países fríos. Es la humedad, sobre todo, cerca del río, parece que en Buenos Aires es peor, Horacio dice que es mucho peor, yo no sé. Esa noche yo sentía la ropa pegada, todos tomaban y tomaban mate, dos o tres veces salí y fui a beber de una canilla que había en el patio entre los malvones. Me parecía que el agua de esa canilla era más fresca. No había ni una estrella, los malvones olían áspero, son unas plantas groseras, hermosísimas, usted tendría que acariciar una hoja de malvón. Las otras piezas ya habían apagado la luz, papá se había ido al boliche del tuerto Ramos, yo entré el banquito, el mate y la pava vacía que él siempre dejaba en la puerta y que nos iban a robar los vagos del baldío de al lado. Me acuerdo que cuando crucé el patio salió un poco de luna y me paré a mirar, la luna siempre me daba como frío, puse la cara como para que desde las estrellas pudieran verme, yo creía en esas cosas, tenía nada más que trece años. Después bebí otro poco de la canilla y me volví a mi pieza que estaba arriba, subiendo una escalera de fierro donde una vez a los nueves años me disloqué un tobillo. Cuando iba a encender la vela de la mesa de luz una mano caliente me agarró por el hombro, sentí que cerraban la puerta, otra mano me tapó la boca, y empecé a oler a catinga, el negro me sobaba por todos lados y me decía cosas en la oreja, me babeaba la cara, me arrancaba la ropa y no podía hacer nada, ni gritar siquiera porque sabía que me iba a matar si gritaba y no quería que me mataran, cualquier cosa era mejor que eso, morir era la peor ofensa, la estupidez más completa. ¿Por qué me mirás con esa cara, Horacio? Le estoy contando cómo me violó el negro del conventillo, Gregorovius tiene tantas ganas de saber cómo vivía yo en el Uruguay.
- Contáselo con todos los detalles -dijo Oliveira.
- Oh, una idea general es bastante -dijo Gregorovius.
- No hay ideas generales -dijo Oliveira."

Fragmento de Rayuela, de Julio Cortázar.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Cómo ser un buen escritor

Silencio.
Humildad.
Discernimiento.
Paciencia.
Trabajo.
Resignación.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Noticias



"BORGES: (Pensativo) Sí, aquellas reuniones... Podíamos estar toda la noche hablando sobre literatura o filosofía... Era un mundo diferente... Ahora me dicen, sé, que se habla mucho de política. En mi opinión les interesan los políticos. La política abstracta, no. A nosotros nos preocupaban otras cosas.
SABATO: Yo diría, más bien, que en aquellas reuniones hablábamos de lo que nos apasionaba en común a usted, a Bioy, a Silvina, a mí. Es decir, de la literatura, de la música. No porque no nos preocupara la política. A mí, al menos.
BORGES: Quiero decir, Sabato, que no se hacía ninguna referencia a las noticias cotidianas, fugaces.
SABATO: Sí, eso es verdad. Tocábamos temas permanentes. La noticia cotidiana, en general, se la lleva el viento. Lo más nuevo que hay es el diario, y lo más viejo, al día siguiente.
BORGES: Claro. Nadie piensa que deba recordarse lo que está escrito en un diario. Un diario, digo, se escribe para el olvido. Deliberadamente para el olvido.
SABATO: Sería mejor publicar un periódico cada año, o cada siglo. O cuando sucede algo verdaderamente importante. "El señor Cristóbal Colón acaba de descubrir América." Título a ocho columnas.
BORGES: (sonriendo) Sí... creo que sí.
SABATO: ¿Cómo puede haber hechos trascendentales cada día?
BORGES: Además, no se sabe de antemano cuáles son. La crucifixión de Cristo fue importante después, no cuando ocurrió. Por eso yo jamás he leído un diario, siguiendo el consejo de Emerson.
SABATO: ¿Quien?
BORGES: Emerson, que recomendaba leer libros, no diarios."

Fragmento de Diálogos Borges-Sabato
compaginados por Orlando Barone.

jueves, 25 de agosto de 2011

Morón Tiene la Palabra






Encuentro entre Escritoras/es y Lectoras/es | Agosto 2011

Morón Tiene la Palabra es un evento multidisciplinario que se viene realizando anualmente y que convoca a través de charlas, debates, reportajes y lecturas a los más importantes exponentes y productores de la literatura local y del ámbito nacional.

Sedes:

BIBLIOTECA MUNICIPAL – Brown 763, Morón centro.

CONCEJO DELIBERANTE – Brown 910, Morón centro.

TEATRO MUNICIPAL – Brown y San Martín, Morón centro.
Domingo 28

16.00 Morón se lee: lectura de autores zonales: Elena Taurisano / Edu Vardé / Dora González / Lilia Goldberg / Oscar Jotayán / Mercedes Quartino / Franca Dolce / Fernando Vega.

Biblioteca Municipal

17.00 Lectura y exposición alumnos del taller de literatura infantil UGC Nº 5 coordinado por Elena Barbera.

Biblioteca Municipal

17.45 "La Biblioteca Te Cuenta": Espectáculo de Narración oral a cargo de los alumnos del 2° año del taller municipal de narración coordinado por Inés Bombara.

Biblioteca Municipal

20.00 Cierre Ciclo de Poesía y Canción.

Diego Frenkel (música).

Carlos Estorne y Dupin (poesía)

Teatro Municipal

Como ven, el domingo 28 voy a participar con una pequeña intervención. Quedan todos invitados a a acercarse, no sólo el domingo, sino todo el fin de semana. De paso, les dejo una poesía:

VIENTOS

Busco todo
en cada cosa
y no me encuentro
en ningún sitio

y estoy aquí
y estoy allá
y no soy más que
ausencias.

Y no hay lápiz
ni papel
y no hay cerveza
(porque hay que conducir)

sólo hay
palabras al viento
deshoras
oquedades

mientras en la ciudad
nada pasa.

jueves, 18 de agosto de 2011

Lluvia





Piedra negra sobre piedra blanca

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...


Idilio muerto

Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí;
ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
la sangre, como flojo cognac, dentro de mí.

Dónde estarán sus manos que en actitud contrita
planchaban en las tardes blancuras por venir;
ahora, en esta lluvia que me quita
las ganas de vivir.

Qué será de sus faldas de franela; de sus
afanes; de su andar;
de su sabor a cañas de mayo del lugar.

Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje
y al fin dirá temblando: "Qué frío hay... Jesús!"
y llorará en las tejas un pájaro salvaje.

Poemas de César Vallejo.




miércoles, 10 de agosto de 2011



"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes.
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos siempre fue Lolita.
¿Tuvo Lolita una precursora? Naturalmente que sí. En realidad, Lolita no hubiera podido existir para mí si otro verano no hubiese amado a otra niña iniciática. En un principado junto al mar. ¿Cuándo? Aquel verano faltaban para que naciera Lolita casi tantos años como los que tenía yo entonces. Pueden confiar en que la prosa de los asesinos sea siempre elegante.
Señoras y señores del jurado, la prueba número es lo que los serafines, los mal informados e ingenuos serafines de majestuosas alas, envidiaron. Contemplen esta maraña de espinas."

Fragmento de Lolita, de Vladimir Nabokov.

jueves, 4 de agosto de 2011

Pensamiento



"¿Esta indiferencia hacia el mundo es consecuencia de un exceso de trato con máquinas que parecen pensar? ¿Cómo le iría a él si un día dejara la industria de la informática y regresara a la sociedad civilizada? Después de invertir sus mejores energías durante tanto tiempo en jugar con máquinas, ¿sería capaz de mantener una conversación? ¿Habría ganado algo en todos los años pasados entre ordenadores? ¿No habría aprendido al menos a pensar de forma lógica? Para entonces, ¿no se habría convertido la lógica en su segunda naturaleza?
Le gustaría creer que sí, pero no puede. En el fondo no siente el menor respeto por ninguna versión de pensamiento que pueda materializarse en el sistema de circuitos de un ordenador. Cuanto más se mete en la informática, más le recuerda al ajedrez: un mundo pequeño y cerrado definido por reglas inventadas que atrae a chicos con cierto temperamento susceptible y los vuelve medio locos, para que en todo momento piensen, engañados, que están jugando cuando en realidad el juego está jugando con ellos.
Es un mundo del que puede escapar: todavía no es demasiado tarde. Si no, podría hacer las paces con él, como ve que hacen los jóvenes que le rodean, uno tras otro: conformarse con el matrimonio, la casa y el coche, conformarse con lo que la vida tiene que ofrecer siendo realistas, concentrar toda su energía en el trabajo..."

Fragmento de Juventud, memorias de J. M. Coetzee.

jueves, 28 de julio de 2011

Lecturas


"Al final del día, cuando todo se apaga y el silencio me deja solo en mi cuarto, lo único que cuenta es que vos estés cerca. Y si algo ha salido mal y de pronto ya no siento esa compañía que me abraza a la distancia, todo comienza a desvanecerse, a perder el sentido que nunca había tenido hasta que estallaste una noche roja de verano, que ahora me parece tan desesperadamente escurridiza. Cómo se va todo cuando estamos solos en la noche y nos recostamos sobre la almohada, y deseo que todo haya salido siempre bien entre nosotros porque es lo único que realmente me interesa.
Pero entonces te habías ido, ya hacía un mes de tu partida, quizá más desde aquella noche que era el último y el peor recuerdo que habría querido dejarte, si hubiera sabido que te marcharías, así como así, de la noche a la mañana, si me hubiera resignado a perderte como nunca he podido."

Fragmento de Un cielo inhóspito.

jueves, 21 de julio de 2011

Dios

"El hombre es espíritu. ¿Pero qué es el espíritu? Es el yo. Pero entonces, ¿qué es el yo? El yo es una relación que se refiere a sí misma o, dicho de otro modo, es en la relación, la orientación interna de esa relación; el yo no es la relación, sino el retorno a sí misma de la relación.
El hombre es una síntesis de infinito y finito, de temporal y eterno, de libertad y necesitad, en resumen, una síntesis. Una síntesis es la relación de dos términos.
(...)
Una relación semejante, que se refiere a sí misma, un yo, no puede haber sido planteada más que por sí misma o por otra.
(...)
De aquí surge que haya dos formas de verdadera desesperación. Si nuestro yo se hubiese planteado él mismo, no existiría más que una: no querer ser uno mismo, querer desembararzarse de su yo, y no se trataría de esta otra: la voluntad desesperada de ser uno mismo.Lo que en efecto traduce esta fórmula es la dependencia del conjunto de la relación, la incapacidad del yo de alcanzar por sus solas fuerzas el equilibrio y el reposo: no puede hacerlo en su relación consigo mismo más que refiriéndose a lo que ha planteado el conjunto de la relación. (...) Si ese desesperado quiere con todas sus fuerzas, por sí mismo, y sólo por sí mismo, suprimir la desesperación, dice que no sale de ella y que todo su esfuerzo ilusorio le hunde aún más en ella. (...)
He aquí, pues, la fórmula que describe el estado del yo, cuando la desesperación es enteramente extirpada de él: orientándose hacia sí mismo, queriendo ser él mismo, el yo se sumerge, a través de su propia transparencia, en el poder que le ha planteado."

Fragmento del  Tratado de la desesperación, de Sören Kierkegaard.

miércoles, 13 de julio de 2011

La vida puerca



"Algunas veces en la noche, hay rostros de doncellas que hieren con espada de dulzura. Nos alejamos, y el alma nos queda entenebrecida y sola, como después de una fiesta.
Realizaciones excepcionales... se fueron y no sabemos más de ellas, y sin embargo nos acompañaron una noche teniendo la mirada fija en nuestros ojos inmóviles... y nosotros heridos con espadas de dulzura, pensamos cómo sería el amor de esas mujeres con esos semblantes que se adentraron en la carne. Congojosa sequedad del espíritu, peregrina voluptuosidad áspera y mandadora.
Pensamos cómo inclinarían la cabeza hacia nosotros para dejar en dirección al cielo sus labios entreabiertos, cómo dejarían desmayarse del deseo sin desmentir la belleza del semblante un momento ideal; pensamos cómo sus propias manos trizarían los lazos del corpiño...
Rostros... rostros de doncellas maduras para las desesperaciones del júbilo, rostros que súbitamente acrecientan en la entraña un desfallecimiento ardiente, rostros en los que el deseo no desmiente la idealidad de un momento. ¿Cómo vienen a ocupar nuestras noches?
Yo me he estado horas continuas persiguiendo con los ojos la forma de una doncella que durante el día me dejó en los huesos ansiedad de amor.
Despacio consideraba sus encantos avergonzados de ser tan adorables, su boca hecha tan sólo para los grandes besos; veía su cuerpo sumiso pegarse a la carne llamadora de su desengaño e insistiendo en la delicia de su abandono, en la magnífica pequeñez de sus partes destrozables, la vista ocupada por el semblante, por el cuerpo joven para el tormento y para una maternidad, alargaba un brazo hacia mi pobre carne; hostigándola, la dejaba acercarse al deleite."

Fragmento de El juguete rabioso, de Roberto Arlt.

jueves, 7 de julio de 2011

Biutiful



Una película que me ha quedado dando vueltas en la cabeza. Con sus imágenes, con sus metáforas, con sus palabras. Una película genial que describe perfectamente lo complejo y ambiguo de existir, de ser humano con todas la letras. Bien llevada, excelentemente actuada. Una peli llena de amor, de sufrimiento, de preguntas. Como esta vida que nos toca.




Título: Biutiful
Título original: Biutiful
Dirección: Alejandro González Iñarritu
Producción: Brigitte Broch
País: España, México
Año: 2010
Fecha de estreno: 2010-12-03
Duración: 138 minutos
Género/s: Drama
Reparto: Javier Bardem, Félix Cubero, Blanca Portillo, Rubén Ochandiano,Martina García, Manolo SoloKarra Elejalde, Eduard Fernández, Piero Verzello,Ana Wagener
Guión: Alejandro González Iñarritu
Música: Lynn Fainchtein
Fotografía: Rodrigo Prieto
Montaje: Stephen Mirrione

miércoles, 29 de junio de 2011

Noche



Y cuando caiga la noche
(la otra noche
la de mis ojos negros y vacíos)
y esta fantasía haya terminado

Cuando no haya más preguntas
sumido en trance oscuro, atravesado
tantas veces visto como en sueños
tan temido, tan pensado

Cuando, como una estancia sorda
y negra en el fondo del mar habite
que nadie conoce, que nadie
ha visto con sus propios ojos

Cuando se acaben los días
y las noches
este canto de grillos
sin respuesta

Fantasía y realidad
acabarán confundidos
y habrá consuelo
por fin hallado

¿Habrá?

miércoles, 22 de junio de 2011

Revolución burguesa

La vida en el campo, de Ambrogio Lorenzetti.

"Por muy ineficaz y opresivo que el viejo sistema tradicional hubiera sido, también era un sistema de considerable seguridad económica y social en el más bajo nivel; sin mencionar que estaba consagrado por la costumbre y la tradición. Las hambres periódicas, el exceso de trabajo que hacía viejos a los hombres a los cuarenta años y a las mujeres a los treinta, eran obra de Dios; sólo se convertían en obras de las que pudiera considerarse responsables a los hombres en épocas de dureza anormal o de revolución. Desde el punto de vista del campesino, la revolución legal no le daba más que derechos legales, pero le tomaba mucho. Así, la emancipación en Prusia le concedía los dos tercios o la mitad de la tierra que ya habían cultivado y le liberaba del trabajo forzoso y otros tributos, pero le privaba en cambio del derecho a la ayuda del señor en tiempos de mala cosecha o plagas del ganado; del derecho a cortar o comprar barata la leña en el bosque del señor; del derecho a la ayuda del señor para reparar o construir su casa; del derecho, en caso de extrema pobreza, a pedir la ayuda del señor para pagar los impuestos; del derecho a que sus animales pastaran en el bosque del señor. Para el campesino pobre, esto parecía un contrato casi leonino. (...)
El mercado libre de la tierra significaba que, probablemente, tuvieran que vender las suyas; la creación de una clase de empresarios rurales suponía que los más audaces y los más listos los explotarían en vez -o además- de los antiguos señores. Al mismo tiempo, la introducción del liberalismo en la tierra era como una especie de bombardeo silencioso que conmovía la estructura social en la que siempre habían vivido y no dejaba en su sitio más que a los ricos: una soledad llamada libertad."

Fragmento de La era de la revolución 1789-1848, de Eric Hobsbawm.

domingo, 12 de junio de 2011

Reportaje



"- Me encantaría pudiese contestarme algunas preguntas: ¿qué opina del boom latinoamericano? ¿cree usted que el escritor debe estar comprometido? ¿qué consejos daría a un escritor que se inicia? ¿a qué horas escribe? ¿prefiere los días de sol o los nublados? ¿se identifica con sus personajes? ¿escribe sus propias experiencias o inventa? ¿qué piensa de Borges? ¿debe tener el artista una libertad total? ¿son beneficiosos los congresos de escritores? ¿cómo definiría su estilo? ¿qué piensa de la vanguardia?
- Vea, amigo, dejémonos de tonterías y de una vez por todas digamos la verdad. Pero, eso sí: toda la verdad. Quiero decir, hablemos de catedrales y prostíbulos, de esperanzas y campos de concentración. Yo, por lo menos, no estoy para bromas,
porque me voy a morir.
El que sea inmortal que se permita el lujo
de seguir diciendo pavadas.
Yo no: tengo los días contados (pero qué hombre, amigo periodista, no tiene los días contados, dígame: con la mano sobre el corazón)
y quiero hacer un balance
para ver qué queda de todo eso
(mandrágoras o escribanos)
y si es cierto que los dioses son más valederos
que los gusanos
que pronto han de engordar con mis despojos.
Yo no sé, no se nada (para qué lo voy a engañar), no soy tan arrogante ni tan tonto
como para proclamar la superioridad de los gusanos.
(Quede eso para ateos de barrio).

lunes, 6 de junio de 2011

Días

El anciano de los días, de William Blake


El Ángel


¡Soñé un sueño! ¿Qué querrá decir?
Yo era una reina virgen
custodiada por un dulce ángel;
¡la necia aflicción no me daba alegría!

Y lloraba en la noche y en el día
y él enjugaba mis lágrimas
y lloraba en el día y en la noche
y le ocultaba los placeres de mi alma.

Hasta que mi ángel recogió sus alas y se fue;
después, se sonrojó la mañana,
sequé mi llanto y pertreché mis miedos
con diez mil escudos y lanzas.

Muy pronto, mi ángel regresó.
Yo estaba protegida, él vino en vano.
Porque la juventud se había marchado
y a mi cabeza la blanqueaban canas.

Poema incluido en Cantos de la experiencia, de William Blake.

domingo, 29 de mayo de 2011

Memorias



"Se esfuerza mucho para no retrasarse con el alquiler porque está en el apartamento de manera fraudulenta. Cuando firmó el contrato de arrendamiento y les pagó la entrada a A. & B. Levy, no rellenó su ocupación con 'estudiante', sino con 'ayudante de bibliotecario', y dio la biblioteca de la universidad como dirección de trabajo.
No es mentira, o no del todo. De lunes a viernes trabaja atendiendo el mostrador de la sala de lectura por las noches. Es un trabajo que la mayoría de los bibliotecarios, sobre todo mujeres, prefieren no hacer porque por las noches el campus, situado en la ladera de una montaña, resulta demasiado lúgubre y solitario. Incluso él siente un escalofrío cuando abre la cerradura de la puerta y avanza a tientas por el pasillo a oscuras hasta el interruptor central. A un maleante le resultaría muy sencillo esconderse entre las estanterías cuando el personal se va a casa a las cinco en punto, luego desvalijar las oficinas vacías y esperar en la oscuridad para atacarlo a él, el ayudante de noche, y quitarle las llaves.
No hay muchos estudiantes que usen la biblioteca por la noche;  en realidad, muy pocos saben que está abierta. Así que no tiene mucho que hacer. Los diez chelines por noche que gana son dinero fácil.
A veces se imagina que una chica guapa con un vestido blanco entra en la sala de lectura y se queda deambulando después de la hora de cierre. Se imagina que le enseña los misterios del taller de encuadernación y de la sala de catalogación y que luego sale con ella a la noche estrellada. Nunca sucede."

Fragmento de Juventud, de J. M. Coetzee.

lunes, 23 de mayo de 2011

Esperas



"Me puse a fumar mientras aguardaba la partida, dándole una última mirada a Buenos Aires, a sus rascacielos y a sus villas; sintiendo todavía la amargura subterránea de no haber correspondido a sus palabras, de no haber dicho algo más que silencios salpicados con monosílabos. Miré el paisaje estático de unas casillas cercanas: parecían al alcance de la mano: frágiles, humildes y orgullosas. Detrás, los edificios se alzaban aparentando tocar el cielo, proyectando sus sombras indiferentes sobre los juguetes desperdigados en los patios; repletos de ventanas oscuras para no ser vistos, para no ver.
Y mientras esperaba, mirando también las vías perderse a lo lejos bajo la claridad de la tarde, me sorprendía descubriendo cómo cambia todo: de un momento a otro alguien llama pronunciando las frases justas y algo se desploma, enseguida estamos armando el bolso, creyendo que el otro piensa tal cosa, influidos por una impresión o una imagen que no terminamos de comprender. Y así vamos por la vida, adivinando reacciones, intuyéndonos, quizá por un recuerdo erróneo o tergiversado, detenidos junto a trenes en la espera. Haciendo lo que podemos, complejos, sumidos en estados de ánimo que se vencen y se derrotan alternativamente.
Qué habría pensado el Ruso si me hubiera visto ahí, embarcado en ese viaje que hubiese sido justo explicarle, al menos más claramente, sin esas frases indirectas y sin embargo tan obvias. Sí, él me entendía de todos modos, acostumbrado a mis palabras vagas y a mis silencios, a nuestras interminables y espiraladas sesiones de mate. Y es que compartir para nosotros siempre fue poner la pava y estar, aunque yo no pudiera ir más allá del laberinto de mis sueños, ni seguir sus consejos hechos para seres distintos, más íntegros, más valientes."

Fragmento de Un cielo inhóspito.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Ser




Batallas perdidas ya hace tiempo
se siguen combatiendo en mi cabeza

Rodolfo Alonso

Hay dolencias peores que las dolencias
Hay dolores que no duelen, ni en el alma
pero que son más dolorosos que los otros.
Hay angustias soñadas más reales
Que la que la vida nos trae, hay sensaciones
Sentidas sólo con imaginarlas
Que son más nuestras que la propia vida.
Hay tanta cosa que, sin existir, 
Existe, existe demoradamente,
Y demoradamente es nuestra y nosotros...
Por sobre el verde turbio del amplio río
Los circunflejos blancos de las gaviotas...
Por sobre el alma el agitar inútil
De lo que no fue, ni puede ser, y es todo.

Dame más vino, porque la vida es nada.

Fernando Pessoa.


lunes, 9 de mayo de 2011

Sobre el método





"Obligado o traicionado por mí mismo a decir cómo hago mis cuentos, recurriré a explicaciones exteriores a ellos.
No son completamente naturales, en el sentido de no intervenir la conciencia. Eso me sería antipático. No son dominados por una teoría de la conciencia. Eso me sería extremadamente antipático. Preferiría decir que esa intervención es misteriosa. Mis cuentos no tienen estructuras lógicas. A pesar de la vigilancia constante y rigurosa de la conciencia, ésta también me es desconocida. En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo raro, pero que podría tener porvenir artístico. Sería feliz si esta idea no fracasara del todo. Sin embargo, debo esperar un tiempo ignorado: no sé cómo hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento; sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos. Debo cuidar que no ocupe mucho espacio, que no pretenda ser bella o intensa, sino que sea la planta que ella misma esté destinada a ser, y ayudarla a que lo sea. Al mismo tiempo ella crecerá de acuerdo a un contemplador al que no hará mucho caso si él quiere sugerirle demasiadas intenciones o grandezas. Si es una planta dueña de sí misma tendrá una poesía natural, desconocida por ella misma. Ella debe ser como una persona que vivirá no sabe cuánto, con necesidades propias, con un orgullo discreto, un poco torpe y que parezca improvisado. Ella misma no conocerá sus leyes, aunque profundamente las tenga y la conciencia no las alcance. No sabrá el grado y la manera en que la conciencia intervendrá, pero en última instancia impondrá su voluntad. Y enseñará a la conciencia a ser desinteresada.
Lo más seguro de todo es que yo no sé cómo hago mis cuentos, porque cada uno de ellos tiene su vida extraña y propia. Pero también sé que viven peleando con la conciencia para evitar los extranjeros que ella les recomienda."

Felisberto Hernández.

viernes, 29 de abril de 2011

Poesía


Tanto

Tanto por hacer
tanto por decir y leer
por escribir, tanto
por caminar

tanta calle suelta
desconocida, ajena
tanto sin ser
sin vivir, ni ver.

Tanto cielo y tanta luz
de llanto, tanto
tanta tarde vieja
atravesada, atragantada

tanto gris
tanto deseo y tanto amor
suelto, desperdiciado.


Verano

Que me hieres con tus flores
con tus soles redondos
y fuertes
encandilándome, adormeciéndome

que me recuerdas otros tiempos
otros paisajes
sueños, rostros, nubes
(viajes, besos)

que te deshaces en mis manos
que te derrites
que me retiras el saludo
que me quitas

que cavas tu tristeza honda
poco a poco, como un túnel
como un pozo
que no puede ser llenado.


Sensaciones

Mariposas en el estómago
retorcijones, angustias
dudas, carencias
frustraciones

cosas que no sucederán
esfuerzos, compañías
y que han sucedido
canciones, abrazos.

Deseos contenidos
coartados, vencidos
y deseos cumplidos
palabras, miradas.

Sueños arrancados
(como flores) de cuajo
recuerdos destruidos, imposibilitados
perdidos, viejos
nulos

fuimos.


Fernando Vega.

lunes, 25 de abril de 2011

Filosofía

"El sentido del mundo debe quedar fuera del mundo. En el mundo todo es como es y sucede como sucede: en él no hay ningún valor, y si lo hubiera no tendría ningún valor."

"Sentimos que aun cuando todas las posibles cuestiones científicas hayan recibido respuesta, nuestros problemas vitales no se habrían rozado en lo más mínimo. Por supuesto que entonces ya no quedará pregunta alguna; y esto es precisamente la respuesta."

"Trabajar en filosofía -como trabajar en arquitectura, en muchos sentidos- es en realidad un trabajo sobre uno mismo. Sobre la propia interpretación. Sobre el propio modo de ver las cosas -y lo que uno espera de ellas."

"Revolucionario será aquél que pueda revolucionarse a sí mismo."

Palabras de Ludwig Wittgenstein.

domingo, 17 de abril de 2011

Momentos

"Y mientras tanto Iván se sentía otra vez a la deriva, como una balsa que navega libre de todo rumbo, escarceando sobre un mar desolado y ajeno."

Fragmento de  Un cielo inhóspito.

sábado, 9 de abril de 2011

Siempre Cortázar


"Y sí, parece que es así, que te has ido diciendo no sé qué cosa, que te ibas a tirar al Sena, algo por el estilo, una de esas frases de plena noche, mezcladas de sábana y boca pastosa, casi siempre en la oscuridad o con algo de mano o de pie rozando el cuerpo del que apenas escucha, porque hace tanto que apenas te escucho cuando dices cosas así, eso viene del otro lado de mis ojos cerrados, del sueño que otra vez me tira hacia abajo. Entonces está bien, qué me importa si te has ido, si te has ahogado o todavía andas por los muelles mirando el agua, y además no es cierto porque estás aquí dormida y respirando entrecortadamente, pero entonces no te has ido cuando te fuiste en algún momento de la noche antes de que yo me perdiera en el sueño, porque te habías ido diciendo alguna cosa, que te ibas a ahogar en el Sena, o sea que has tenido miedo, has renunciado y de golpe estás ahí casi tocándome, y te mueves ondulando como si algo trabajara suavemente en tu sueño, como si de verdad soñaras que has salido y que después de todo llegaste a los muelles y te tiraste al agua. Así una vez más, para dormir después con la cara empapada de un llanto estúpido, hasta las once de la mañana, la hora en que traen el diario con las noticias de los que se han ahogado de veras."


Fragmento de El río, incluido en el libro Final del juego, de julio Cortázar.

lunes, 28 de marzo de 2011

El fenómeno Rulfo




"La idea de ir a Talpa salió de mi hermano Tanilo. A él se le ocurrió primero que a nadie. Desde hacía años que estaba pidiendo que lo llevaran. Desde hacía años. Desde aquel día en que amaneció con unas ampollas moradas repartidas en los brazos y las piernas. Cuando después las ampollas se le convirtieron en llagas por donde no salía nada de sangre y sí una cosa amarilla como goma de copal que destilaba agua espesa. Desde entonces me acuerdo muy bien que nos dijo cuánto miedo sentía de no tener ya remedio. Para eso quería ir a ver a la Virgen de Talpa; para que Ella con su mirada le curara sus llagas. Aunque sabía que Talpa estaba lejos y que tendríamos que caminar mucho debajo del sol de los días y del frío de las noches de marzo, así y todo quería ir. La Virgencita le daría el remedio para aliviarse de aquellas cosas que nunca se secaban. Ella sabía hacer eso: lavar las cosas, ponerlo todo nuevo de nueva cuenta como un campo recién llovido. Ya allí, frente a Ella, se acabarían sus males; nada le dolería ni le volvería a doler más. Eso pensaba él.
Y de eso nos agarramos Natalia y yo para llevarlo. Yo tenía que acompañar a Tanilo porque era mi hermano. Natalia tendría que ir también, de todos modos, porque era su mujer. Tenía que ayudarlo llevándolo del brazo, sopesándolo a la ida y tal vez a la vuelta sobre sus hombros, mientras él arrastrara su esperanza.
Yo ya sabía desde antes lo que había dentro de Natalia. Conocía algo de ella. Sabía, por ejemplo, que sus piernas redondas, duras y calientes como piedras al sol del mediodía, estaban solas desde hacía tiempo. Ya conocía yo eso. Habíamos estado juntos muchas veces; pero siempre la sombra de Tanilo nos separaba: sentíamos que sus manos ampolladas se metían entre nosotros y se llevaban a Natalia para que lo siguiera cuidando. Y así sería siempre mientras él estuviera vivo."

Fragmento del cuento Talpa, incluido en El llano en llamas, de Juan Rulfo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Amistad



"Algo tendrá que sucedernos, salomón, dijo, este viaje ha sido sólo un intervalo, y ya ahora agradece que el cornaca subhro te haya restituido tu verdadero nombre, buena o mala, tendrás la vida para la que naciste y de la que no podrás huir, pero yo no nací para ser cornaca, en realidad ningún hombre nace para ser cornaca aunque no se le abra otra puerta en toda su existencia, en el fondo soy una especie de parásito tuyo, un piojo perdido entre las cerdas de tu lomo, supongo que no viviré tanto tiempo como tú, las vidas de los hombres son cortas comparadas con las de los elefantes, eso es sabido, me pregunto qué será de ti no estando yo en el mundo, llamarán a otro cornaca, claro, alguien tendrá que cuidar de solimán, quizá la archiduquesa se ofrezca, tendría su gracia, una archiduquesa sirviendo a un elefante, o uno de los príncipes cuando hayan crecido, de una manera u otra, querido amigo, siempre tendrás un porvenir garantizado, yo no, yo soy el cornaca, un parásito, un apéndice."

Fragmento de El viaje del elefante, de  José Saramago.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Felicidad


"Iván se distrajo, observando un hombre solitario que dormitaba la tarde perdido como un pino en la quebrada. Le recordaba a sí mismo, expuesto groseramente frente a Eugenia. De brazos cruzados, el hombre abría los ojos con vehemencia cada tanto, arrojando miradas inquisidoras a su alrededor, como si tratase de sorprender a alguien burlándose de su cansancio secretamente. Así lo hacía durante algunos instantes, hasta que pronto el sueño lo vencía y abandonaba las miradas confundidas para adormecerse, repitiéndose una y otra vez. Iván se lo señaló a Eugenia y ambos rieron. Y en aquella música halagadora él se sintió renovado, feliz de estar varado junto a ella en aquel rincón vacío del planeta."

Fragmento de Un cielo inhóspito.


 

jueves, 3 de marzo de 2011

Refundación

De Iván a Un cielo inhóspito


Hace aproximadamente un año creé el blog. En ese momento la novela estaba tibia, recién horneada, y si bien no había hecho una relectura rigurosa de Iván, sentía que el texto estaba lo suficientemente apto para ser subido a Internet.
Con una relectura honda pendiente y algunos meses de distancia, en abril del 2010 decidí emprender un taller con el poeta Rodolfo Alonso para tratar la novela. No sólo para corregir y aceptar sugerencias al respecto, sino también para tener una opinión de alguien experimentado y prestigioso en el ámbito de la literatura. Fue entonces que comenzamos a leer Iván juntos, y enseguida me di cuenta de que a la novela le faltaba algo, o más bien le sobraba.
El diagnóstico fue compartido: lo que quería ser dicho, lo valioso del texto, casi siempre se perdía y se disminuía por excesos de la forma. Y a partir de ese momento el trabajo fue quitar las redundancias, las exageraciones, los rodeos innecesarios.
Hace poco terminé las correcciones, en lo que acabó siendo un proceso de refundación. Iván no sólo disminuyó en cantidad de páginas y mejoró (¡espero!) el estilo, sino que cambió de nombre por Un cielo inhóspito.
En fin. Algunos de ustedes habrán comenzado a leer la novela y quizá se hayan decepcionado (¡lástima!); la mayoría seguramente jamás haya empezado. En cualquier caso, me parece justo que sepan que la versión nueva y definitiva de la novela está disponible para ser bajada del blog. Y si alguno tiene ganas de leerla pero necesita hacerlo en papel, me avisa por mail o me deja un comentario en el blog y vemos cómo hacemos.

Abrazo, Fer.

lunes, 28 de febrero de 2011

El cisne negro




Dirección: Darren Aronofsky
Guión: Mark Heyman, Andres Heinz, John J. McLaughlin
Estreno (Argentina): 17 Febrero 2011
Título Original: Black Swan
Género: Drama Thriller
Origen: Estados Unidos
Duración: 103 minutos
Clasificación: AM16

¡Gran película!

sábado, 19 de febrero de 2011

Crepúsculos


"Sentado en la cama, inmóvil. De piernas cruzadas en el silencio de un cuarto trasero (otro, frío y solitario), sintiendo una paz extraña, viendo el amarillo indolente de la tarde colarse bajo la cortina, el viento arremolinarse en un rincón. El viento tocando mis piernas. Y un ámbar pálido, tenue, denso. Entonces allí sentado hubo un crepúsculo, el amarillo volviéndose anaranjado, ya no quemando sino entibiando la franja de mi pierna que se corría cada vez más, débil y fina hacia los pies, rojiza, devorada a cada silencioso segundo por las sombras."

Fragmento de Iván.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Realidad

"No se descubre sino lo que se ha imaginado.”

Gaston Bachelard.

lunes, 31 de enero de 2011

Viajar


"Texas es inconfundible: entramos lentamente y con mucho calor en Abilene y todos nos despertamos para ver la ciudad.
- Imagínate lo que debe ser vivir aquí a miles de kilómetros de cualquier ciudad importante. ¡Vaya! ¡Vaya! Fijaos ahí junto a las vías, el viejo Abilene donde cargaban las vacas y nacían sheriffs y bebían whisky de garrafa. ¡Mirad allí! -gritó Dean, asomándose por la ventanilla con la boca torcida como W. C. Fields. No le importaba que fuera Texas o cualquier otro sitio. Tejanos de rostro colorado caminaban de prisa por las ardientes aceras y no le prestaban atención. La noche parecía a millones de kilómetros cuando seguimos por Coleman y Brady. Era el corazón de Texas, un yermo de matorrales con alguna casa ocasional cerca de un arroyo sediento y un rodeo de ochenta kilómetros por una polvorienta carretera y un calor sin fin.
(...) Todos teníamos los ojos rojos debido al continuo mistral que soplaba en Texas. Cada uno de nosotros llevaba una piedra en el vientre y sabíamos que avanzábamos, aunque lentamente. El coche andaba apenas a setenta con un esfuerzo estremecedor. Desde Fredericksburg bajamos por las grandes praderas del Oeste. Las mariposas empezaron a estrellarse contra el parabrisas."

Fragmento de On the road, de Jack Kerouac.

lunes, 24 de enero de 2011

Playas


"Poco después vino María. Me volví para verla llegar. Estaba completamente viscosa con el agua salada, y sujetaba los cabellos hacia atrás.  Se sentó lado a lado conmigo y los dos calores de su cuerpo y del sol me adormecieron un poco.
María me sacudió y me dijo que Masson había regresado a la casa. Teníamos que almorzar. Me levanté enseguida porque tenía hambre, pero María me dijo que no la había besado desde la mañana. Era cierto y sin embargo habría querido hacerlo. 'Ven al agua', me dijo. Corrimos para lanzarnos sobre las primeras olas. Dimos algunas brazadas y ella se pegó contra mí. Sentí sus piernas en torno de las mías y la deseé."

Fragmento de El Extranjero, de Albert Camus.

martes, 18 de enero de 2011

Ajedrez


"Aquella fue la primera vez que el Ruso pensara, como tantas otras, que debajo de aquel rostro reservado Iván poseía profundas fracturas, fisuras como las de esos barcos que condenados al hundimiento revelan el fin en los ojos resignados de su capitán. Lo veía siendo derrotado lentamente ante la adversidad, del mismo modo en que sus piezas retrocedían en el tablero, agrupándose torpemente para defender una larga e irremediable agonía.
A lo que siguió un extenso silencio durante el cual Iván se turbó definitivamente, ansioso por la pesadez de la atmósfera, creyendo confirmar que la coincidencia había sido desafortunada, pensando que la soledad al menos le permitiría razonar con calma y sin interrupciones.
Mejor me voy Ruso, dijo mientras acomodaba las piezas negras y dejaba un vaso a medio tomar. Se marchó con aire distante, como si su amigo pudiera comprender los motivos de su partida tan claramente como él."

Fragmento de Iván.

sábado, 8 de enero de 2011

Lección de arte


"El abrazo de amor de El Universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl" 
1949, Frida Kahlo.



"Tú lo entiendes todo. La unión definitiva. Sufres gozas amas rabias besas ríes. Nacimos para lo mismo. Querer descubrir y amar lo descubierto-oculto.
Con el dolor de siempre perderlo. Eres bello. tu belleza yo te la doy. Suave en tu enorme tristeza. Amargura simple. Arma contra todo lo que no te libra. Rebelión con todo lo que te encadena. Tú amas. Quiéreme como centro, yo como a ti. No lograré más que un recuerdo prodigioso de que pasaste por mi vida dejando joyas que no recogeré sino cuando te hayas ido. No hay distancia. Hay tiempo. Óyeme acaríciame con lo que buscas y con lo encontrado. Me voy a ti y a mí. Como toda la canción mirada."

Frida Kahlo.