martes, 18 de enero de 2011

Ajedrez


"Aquella fue la primera vez que el Ruso pensara, como tantas otras, que debajo de aquel rostro reservado Iván poseía profundas fracturas, fisuras como las de esos barcos que condenados al hundimiento revelan el fin en los ojos resignados de su capitán. Lo veía siendo derrotado lentamente ante la adversidad, del mismo modo en que sus piezas retrocedían en el tablero, agrupándose torpemente para defender una larga e irremediable agonía.
A lo que siguió un extenso silencio durante el cual Iván se turbó definitivamente, ansioso por la pesadez de la atmósfera, creyendo confirmar que la coincidencia había sido desafortunada, pensando que la soledad al menos le permitiría razonar con calma y sin interrupciones.
Mejor me voy Ruso, dijo mientras acomodaba las piezas negras y dejaba un vaso a medio tomar. Se marchó con aire distante, como si su amigo pudiera comprender los motivos de su partida tan claramente como él."

Fragmento de Iván.

No hay comentarios:

Publicar un comentario