Dostoievski, pintura de Ernesto Sábato.
"- Todo es vida: la vida fluye, desborda, hasta debajo de la tierra... -prosiguió-. No te imaginas, Alexei, cómo deseo la vida ahora, hasta qué punto me domina la sed de vivir, justamente, desde que estoy encerrado entre estas paredes inhóspitas. ¡Qué puede entender Rakitin! Él sólo piensa en edificar una casa y llenarla de inquilinos. Yo te estaba esperando a ti. Y con respecto al sufrimiento: ¡por terrible que sea, no le temo! Antes sí, le tenía miedo, ya no. Mañana quizá no diga ni una palabra ante los jueces. En mí hay una energía que me va a dar fuerzas para soportar todos los padecimientos, sólo para poder decirme una y otra vez, a cada momento: '¡Soy!'. Incluso si me torturan, incluso en los estertores de la tortura: '¡soy!' Y en el potro del tormento, sigo existiendo. Veo el sol y aunque no pueda verlo, sé que está brillando. Saberlo es vivir la vida a pleno."
Fragmento de Los Hermanos Karamazov, de Fedor Dostoievski.
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