«Ha heredado la fuerza salvaje de su madre, esa capacidad de sobreponerse y continuar ante todo, incluso ante la misma muerte. Porque él estuvo dos veces muerto, o casi, usted debe saberlo.
La primera en las yungas, cuando supieron ir de caza con el Adalberto a las tierras del norte. Buscaban tapires. Dicen que por la dificultad del paso falló el rifle, que fue el primo quien lo sacó de lo oscuro. De lo oscuro donde se había metido y nos contó que estuvo. Sí, fue el Adalberto quien lo salvó con sus primeros auxilios. Le hizo un torniquete en la pierna, lo hombreó dos kilómetros hasta el primer rancho para que algún baquiano les prestara ayuda… La segunda en el mercado, ahicito nomás cruzando la frontera, cuando casi se me desangra por la herida ésa que le hicieron los Juárez en el estómago. Sí, aquella fue una herida grande, como una boca espesa y como podrida por dentro.»
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