«Una ojeada general nos hace descubrir dos enemigos de la felicidad humana: son el dolor y el tedio. Además, podemos observar que, a medida que conseguimos alejarnos del uno, nos acercamos al otro, y recíprocamente; de manera que nuestra vida representa, en realidad, una oscilación más o menos fuerte entre ambos. Eso proviene del doble antagonismo en que cada uno de ellos se encuentra respecto del otro, exterior u objetivo, e interior o subjetivo. En efecto, exteriormente la necesidad y la privación engendran el dolor; en cambio, el bienestar y la abundancia hacen brotar el tedio».
Arthur Schopenhauer.
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